Gracia y paz que viene de nuestro Señor Jesucristo sea con todos Uds.

Hoy recordamos la muerte en Cruz de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Dios que se hace presente en medio de nosotros para padecer sufrimiento, dolor, desprecio y muerte cruel en la Cruz. Este día nos recuerda además todas las situaciones donde la muerte se hace presente.

Muerte por causa de la verdad, de la justicia, de la compasión, del amor. Muerte injusta. Muerte sin sentido. Muerte violenta. Muerte que destruye.

Muerte física y situaciones de muerte. Desprecio de la vida. Muerte joven. Muerte en vida. Muerte justificada. Muerte que libera. Muerte como última palabra. Muerte repentina. Muerte deseada. Muerte y culpa. Muerte, muerte y más muerte.

Los invito a compartir el texto de hoy.....

Lectura de Mateo 27:
Los invito a reflexionar sobre lo que sucede en torno de la muerte de Jesucristo. Me refiero a las reacciones y actitudes que algunos de los presentes en la crucifixión tuvieron con relación al que estaba siendo crucificado.

Burlas, insultos, ironías son algunas de las reacciones de los soldados, de los maestros de la ley, incluso los que estaban siendo crucificados con él. Parece que no bastaba con la muerte en la cruz, sino que además debía ser humillado y rebajado. Me pregunto entonces ¿Cuál o cuáles eran las motivaciones de quienes se burlaban de alguien que no había hecho otra cosa que ayudar a los demás? ¿Cuál o cuáles eran los sentimientos profundos que motivaban tanto desprecio hacia ese hombre en la Cruz?

¿Ignorancia o mala fe? ¿Habrán hecho este tipo de afirmaciones?: ¡Algo habrá hecho! ¡Se lo merece por autoproclamarse Hijo de Dios! ¡Se lo merece por ingenuo! Y me sigo preguntando..... ¿será miedo a la libertad, miedo a ser cuestionados, miedo a perder ciertos beneficios? Imagino que no quisieron ver la verdad que les era dicha; que tuvieron miedo de ser libres; que pensaron en lo peligroso que era para su status quo. ¿será que encontraron con esas actitudes formas de auto-justificación por lo que estaban haciendo? O ¿será que en el fondo se sentían culpables por matar a un inocente y buscaban la forma de justificarse?

Creo que todas estas preguntas pueden comenzar a responderse si conseguimos responder a una nueva pregunta..... ¿Qué es lo que está detrás de esas actitudes? Es decir: ¿qué es lo que motiva el desprecio, la burla, los insultos? Una respuesta posible sería la siguiente: La motivación es la búsqueda de beneficios propios.

Creo que hay una consecuencia muy diferente entre quienes buscan y defienden sus propios y mezquinos intereses y quienes sólo quieren cumplir la voluntad de Dios. Los primeros harán lo imposible para defender esos intereses, aunque tengan que pisotear a otros; y los segundos se pondrán en las manos de Dios, aunque tengan que sufrir insultos y agresiones. Allí radica la diferencia entre cumplir con la voluntad de Dios y buscar los beneficios propios.

Jesús estaba cumpliendo con la voluntad del Padre, no buscaba beneficio propio sino bien común. Jesús se entregó en las manos del Padre y sufrió por ello.

Sin embargo quien busca su propio beneficio juzga a los demás. No puede ver a otros cumpliendo la voluntad de Dios sino que piensa que buscan, como él, su propio beneficio. Y esto es lo que hicieron aquellos que insultaron y rebajaron a Jesús.

¿Y por casa como andamos? El texto de hoy nos desafía a pensar en lo siguiente: ¿Nos ponemos en las manos de Dios, así como lo hizo Jesús? O ¿Sólo buscamos beneficio propio?

Lo interesante y lo que marca una esperanza es que el mismo texto nos deja una puerta abierta. Hubo uno que comprendió. De entre todos los que allí estaban sólo uno se arrepintió de lo que había hecho. Esta puerta es la que nos da esperanza frente a un mundo que no quiere o no le conviene comprender.

Busquemos entrar por esa puerta semiabierta y entreguemos nuestra vida al Señor.

Amén.

Julio Strauch
Pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en Katueté, Paraguay.
juliostrauch@yahoo.com.ar