Göttinger Predigten im Internet
hg. von U. Nembach

Predicación para el 23° Domingo de Pentecostés. Fecha: 23 de octubre de 2005
Texto según LET serie A: Mateo 22, 34 - 40 por Julio Strauch

(-> A las predicaciones actuales: www.predigten.uni-goettingen.de)


El Amor de Dios y el consuelo del Espíritu Santo sea con ustedes ahora y siempre.

Cuántas veces nos hemos encontrado en situaciones donde hemos puesto a prueba a personas, en donde queremos que comentan algún error para caerles encima, para demostrar que somos éticamente superiores a ellos? O cuantas veces hemos sido víctimas de personas que nos ponen a prueba para cuestionarnos nuestra ética o nuestra forma de creer?

En los Evangelios y especialmente en Mateo, podemos ver que había un grupo que se especializaba en cuestionar a Jesús, en ponerlo a prueba, como quien cree tener la absoluta verdad y se cree superior a todos. El objetivo era que Jesús cayera en contradicciones y en errores teológicos de los cuales ellos creían tener la justa. Una vez que Jesús cayera lo desacreditarían ante todo el pueblo. Sabían que Jesús tenía poder sobre las personas, sabían que Jesús los podía desestabilizar de su status, sabían que Jesús representaba un peligro para sus derechos adquiridos, sabían que Jesús era peligroso en todo sentido. Por eso constantemente lo ponían a prueba haciendo preguntas, cuestionado sus actitudes, queriendo demostrar que lo que decía y hacía era contradictorio con lo que la Ley de Dios establecía. Ese grupo era el de los fariseos.

Sin embargo Jesús siempre los enfrenta con mucha altura, tratando de hacerles ver y entender lo que verdaderamente tiene valor, lo que verdaderamente es sustancial en la vida.

Muchas veces Jesús pone al descubierto las actitudes de los fariseos. Los llama de hipócritas, raza de serpientes y otros adjetivos similares. Desenmascara lo que en realidad son. Pone en evidencia la hipocresía, las apariencias, el formalismo encubridor, la omisión, el prestigio, el poder para auto justificarse, la cobardía, el tapar el cielo con las manos, la injusticia, la corrupción, la complicidad, la soberbia, la necedad, la falta de buen sentido, la mediocridad, la falta de transparencia. Todo esto disfrazado de una aparente rectitud, pureza , corrección y ética.

Es, en ese ambiente y contexto, que Jesús les responde a los fariseos que, el Amor a Dios y el amor al prójimo son la síntesis de la Ley. Entonces para Jesús amor no es igual a tener esas actitudes, al contrario se opone , no las acepta, no las tolera. Amor a Dios y amor al prójimo no significa aceptar sin más esas actitudes, haciendo la vista gorda, sino todo lo contrario, las denuncia, las pone en evidencia, las desenmascara e invita a revertirlas. Jesús nunca dijo de un fariseo, pobre... hay que tener amor y soportar lo que ellos hacen, aunque esto sea contrario con lo que Dios quiere. El amor de Jesucristo con los fariseos fue el de mostrarles que hay otro camino, que se puede cambiar de actitud, que se puede convertir. El amor de Jesucristo es comprometido y profundo. Va más allá de las simples apariencias.

Nosotros tenemos actitudes semejantes a las de los fariseos?....

Cuando Jesús nos dice que tenemos que Amar a Dios y a nuestro prójimo nos está diciendo que tenemos que cambiar de actitud, que tenemos que convertir nuestras actitudes fariseas en actitudes verdaderamente cristianas. Es por ese camino que comenzamos a transitar en el Amor a Dios y en el Amor al prójimo.

Amén.

Pastor Julio Strauch, Katueté, Py ,
strauch@cde.rieder.net.py

 


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