Göttinger Predigten im Internet
hg. von U. Nembach

Predicación para el 6° Domingo de Pentecostés. Fecha: 26 de junio de 2005
Texto según LET serie A : Mt 10, 34 - 42 por Rubén Yennerich

(-> A las predicaciones actuales: www.predigten.uni-goettingen.de)


El costo del seguimiento (y su premio)

El evangelio de Mateo, como un eco de las palabras y de la cruz de Cristo, y como resultado de la experiencia y la necesidad de las comunidades cristianas primitivas, nos advierte sobre la dureza del seguimiento de Cristo y sus consecuencias.

La gracia cara exige un seguimiento caro. La respuesta del discípulo al llamado del Señor es una decisión personal y profunda. Y por sobre todas las cosas una ruptura con las falsas seguridades con las cuales vamos construyendo la personalidad y la vida. Es un fuerte llamado a la adultez del ser humano.

A la libertad e independencia de las cosas y los afectos, y a la aceptación única y exclusiva, de la auténtica mediación vital entre Dios y nosotros/as: Jesucristo.

Claro es que toda ruptura es un desgarramiento doloroso. Es sufrimiento. Una decisión de tamaña naturaleza: el seguir a Cristo, tiene un costo que no admite especulaciones. Precisamente la especulación que el mundo nos enseña: el querer salvarnos "para toda la cosecha". El evangelio nos desafía a perder, para así ganar. Una locura, un concepto revolucionario. Sólo en la más absoluta soledad, desamparo y desapego puedo alcanzar a entender el valor de la mano (gracia) que me extiende Jesucristo. Y vaya que es eso difícil. Cuando precisamente luchamos en la vida contra la incomunicación, la orfandad y la pobreza.

El llamado de Cristo produce inquietud. Por eso es difícil no mirar por detrás del arado y olvidarse de enterrar a los muertos. Pero es una experiencia espiritual personal, intransferible e ineludible. En algún momento de la vida debemos dejar los pantalones cortos o de beber la leche materna, para caminar con el Señor.

Tal vez por la dureza del seguimiento es que el evangelio nos termina hablando del premio por recibirlo. Los vs. 40 al 42 son un llamado a la solidaridad de la hospitalidad, tanto para el mensaje como para el mensajero. También es una forma de advertirnos sobre la apertura mental (luz) que necesita la fe verdadera. Al mismo tiempo que asegura el premio, que no es otra cosa que la contención de la comunidad verdadera para quien decide romper con el proyecto del imperio y abrazar la causa del siervo sufriente.

"Las cosas no deben suceder según tu razón, sino por encima de tu razón; sumérgete en la sinrazón y yo te daré mi razón. La sinrazón es la razón verdadera; no saber dónde vas es, realmente saber dónde vas. Mi razón te volverá perfectamente irrazonable. Así fue como abandonó Abrahán a su patria, sin saber dónde iba. Se entregó a mi saber, abandonando su propio saber, siguió el verdadero camino para llegar al fin verdadero.

Mira, éste es el camino de la cruz; tú no puedes encontrarlo, es preciso que yo te guíe como un ciego; por eso, no éres tú, ni un hombre ni una criatura, quien te enseñará el camino que debes seguir; seré yo mismo, con mi Espíritu y mi palabra. Este camino no es el de las obras que te has escogido, ni el sufrimiento que te has imaginado, es el sufrimiento que yo te indico contra tu elección, contra tus pensamientos y deseos. Marcha por él, yo te llamo. Sé discípulo, porque ha llegado el tiempo y tu maestro se acerca"

(Martín Lutero) citado en el libro el "Precio de la Gracia" de Dietrich Bonhoeffer

Rubén Yennerich -Pastor en Nueva Helvecia, Uruguay
Iglesia Evangélica del Río de la Plata
Correo-e: yenerich@adinet.com.uy

 

 


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