Göttinger Predigten im Internet
hg. von U. Nembach

Predicación para el 2° Domingo de Pentecostés. Fecha: 29 de mayo de 2005
Texto según LET serie A : Mt 7, 21 - 29 por Walter Dennis Muñoz

(-> A las predicaciones actuales: www.predigten.uni-goettingen.de)


SIENDO EL QUE SOMOS

Estimados lectores

Si existiera una simetría entre la información y la percepción que tengo del estado de la sociedad planetaria hoy y la que ustedes tienen, podrían entender la sorprendente similitud que existe a mi modo de ver, entre el modo de operar del discurso religioso en su praxis como en el ámbito mediático en las sociedades occidentales actuales donde la religión cristiana se manifiesta, y las palabras de Jesús en el versículo 21; Por un lado, no todo el que me dice Señor, Señor, accederá al reino de los cielos, y por otro lado, el que hace la voluntad de Dios- de “mi” Padre, dirá Jesús- este si entrará al reino de los cielos.

Evidentemente esta similitud se da en el plano fenomenológico, es decir, tomando las notas esenciales dejando de lado las accidentales que corresponden a los símbolos religiosos de época con los cuales se manipulaba las esperanzas, las frustraciones, los temores frente a la inseguridad, a la dificultad que significa saber quienes somos en el proceso dinámico de la vida. Ya Jesús observó el manoseo de las palabras centrales de la religión como Dios, pecado, salvación, infierno, cielo, etc.

Contempló que los publicanos y las rameras descubren con mayor hondura sus limitaciones y sus dolores en la realización de sus vidas y por eso le llevaban ventajas a quienes, apoltronados en sus dogmas religiosos se sentían seguros y lejos de la gente, ventajas en el encuentro del reino de los cielos.

El filósofo español José Ortega y Gasset escribía en una oportunidad , dando una idea sugestiva del juicio final, que quienes nos juzgarían serían aquellos personajes que pudimos ser pero que por conveniencia, por oportunismo, tal vez por cinismo fuimos dejando de lado en la construcción y descubrimiento de nuestra vida y que en esa oportunidad nos interpelarían para que les dijéramos porque no les permitimos ser.

La dureza a esa manipulación es impactante , al engaño, incluso haciendo prodigios, sanidades pero a quienes Jesús desprecia y no los reconoce. Hay obras pero de iniquidad, es decir, maldad, ignominia, vileza, infamia, perversidad, por eso resulta abrumadora la descalificación.

No voy a entrar en las contradicciones de la vida actual me bastaría recordarles a quienes se consideran cristianos en Europa que no se ha escuchado una sola palabra respecto a la constitucionalización del mercado en la Constitución Europea que transforma el sufragio universal en una caricatura. Solamente Alemania ha concentrado el 47% de la riqueza en el 10% de su población. Que las arenas movedizas de la flexibilidad laboral destruyen como una bomba de uranio el símbolo del futuro. El atropello a la dignidad del trabajo hace que muchas personas reduzcan cuestiones que requieren una resolución social a problemas personales y allí aparecen como los mosquitos con la humedad los sicólogos sistémicos, sicosociólogos, el reiki , el yoga, la meditación trascendental, los medios masivos proponiendo cuanta estafa intelectual pueda existir y seudo soluciones a los problemas actuales. En ese marco se encuentra esta sobreexposición en la tv de la agonía y muerte del Jefe máximo de la Iglesia Católica Romana buscando con ello agradecerle a este colectivo religioso su participación en la derrota del capitalismo de estado y legitimando el capitalismo de mercado, dado que los canales internacionales de mayor cobertura no pertenecen a comunidades religiosas. Allí se produce la imbricación de los evangélicos conservadores de EE UU y Latinoamérica con el catolicismo conservador para mostrar un evangelio ligth defensor de la “familia”, de deslegitimación de los homosexuales, las lesbianas, los valores cristianos que olvidan las guerras preventivas

la depredación de los bosques, la contaminación ambiental y el valor del dinero como bien supremo, el respeto a los inmigrantes y el respeto a la soberanía de las naciones más pobres avasalladas por la ideología globalización como la definió tan claramente Pierre Bourdieu.

Jesús avanza en una imagen muy interesante en el relato de la casa construida sobre la arena y una casa construida sobre buenos cimientos. El cimiento firme es la palabra de Jesús. La idea de Reino. De Señor, puede mover a confusión a muchos o utilizarse para confundir. Después de Honest to God cualquier creyente común habrá entendido la confusión que puede producir un vocabulario monárquico o imaginar la palabra de Jesús como la de un comandante en jefe de un ejercito, que es vertical y lista para obedecer. Discípulo-Maestro como en el colegio. La palabra de Jesús es la palabra que ilumina la razón y nos hace caminar sobre las aguas sin perderlo de vista. No es el primer motor aristotélico, es la palabra que nos convence que aunque todo parezca confuso la vida tiene sentido y que hay que descubrirla, hay que permitirla porque la vida es proyecto y que hay denunciar desde la fe cuando se abortan tantos proyectos de vida por la guerra, el hambre, las enfermedades y la mala distribución de la riqueza. Es la palabra que circula también por la ciencia, la cultura y que nos obliga a contar con todos para hacer nuestra vida y la de los otros. Por eso no hay un yo independiente de todos los demás, sin exclusiones, y en ese caminar y vivir y convivir entendemos porque Jesús habla con autoridad. Porque nos amplia el mundo, nos da fundamento, es decir razones que una y otra vez deben con humildad confrontarse con la Palabra para que vayamos siendo quienes realmente somos, sin claudicaciones, sin oportunismos, sin manipular, insinuando caminos, dialogando con esperanza de entendernos, reconociendo con los otros y frente a otros, que sin la Palabra de Jesús, no hay fundamento para el difícil camino de la vida.  

Walter Dennis Muñoz
Periodista y semiólogo
denloyd8@adinet.com.uy

 


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