Göttinger Predigten im Internet
hg. von U. Nembach

Salmos del Tiempo de Cuaresma
DOMINGO 27 DE FEBRERO DE 2005.
OCULI: 3º DE CUARESMA
SALMO 25: 15 por Ricardo A. Becker
(-> A las predicaciones actuales: www.predigten.uni-goettingen.de)


“siempre dirijo mis ojos hacia el Señor,
porque el me libre de todo peligro”.

“Mirar con los ojos de Dios”

En este tercer domingo de Cuaresma estamos invitados reflexionar sobre las cosas que miramos, hacia donde dirigimos nuestros ojos.
Nuestra realidad, nuestro mundo gira en torno a lo que se ve, las cosas “entran por los ojos”.
Por aquello que vemos y nos agrada somos capaces de sacrificarnos, de poner todo nuestro esfuerzo, nuestra capacidad, nuestro tiempo, el fruto de nuestro trabajo.
Miramos todos los días y todo el día. Se nos presentan cosas en la calle con “hermosos” carteles indicando los productos que más nos convienen; vemos la televisión y se nos recomienda “lo que es mejor para nuestra vida” (que productos comer, que ropa vestir, a donde ir, como organizar nuestro tiempo libre, que seguro Médico elegir, en que invertir para nuestro futuro, como preparar nuestro hogar…); de esa manera vivimos con el sueño de encontrar el bienestar para nosotros y nuestras familias.
Mirando se nos da un paradigma de cómo vivir y qué hacer para alcanzar la tan añorada felicidad y plenitud de la vida. Todo pasa por las cosas que vemos. Algunos podrán “satisfacerse accediendo a lo que ven, otros tendrán que quedar mirando y soñando, como solemos decir “alimentando los ojos”.

En el salmo propuesto para este domingo, el tema central es el ver. Puedo encontrar detrás de las palabras del Salmo 25 a una persona, que por un lado, está cansada de “ver” muchas cosas: cansada de ver su realidad y la de otros, cansada de ver injusticias, cansada de ver distintas “propuestas de vida”, cansada de ver lo superfluo y lo que no llena mas que los ojos, cansada de ver y buscar en sí mismo para salir adelante y resolver todas las cosas, cansada de haber intentado mucho por sí solo y obtener como resultado el fracaso, cansada de ver redes, trampas, peligro para la vida por todos lados…
Por otro lado puedo ver a alguien que busca ser sincero. Ser sincero consigo mismo, con sus semejantes y con su creador. Veo a alguien que se mira a sí mismo y que mira a su alrededor. Veo alguien que en esa mirada toma conciencia de su realidad, que toma conciencia de su vida. Y, en esa toma de conciencia se redescubre como criatura de Dios, redescubre su lugar en medio de la vida, redescubre su dignidad de ser “criatura del creador” y no alguien omnipotente y todopoderoso. Puedo ver a alguien que toma conciencia de sus limitaciones y de su libertad.

El Salmo 25 es una invitación para que juntos con su autor nosotros podamos caminar el camino de la cuaresma, levantar nuestros ojos hacia Dios y dejar que el nos ilumine para que podamos con total sinceridad mirarnos y mirar el mundo que nos rodea. Es una invitación a observar lo que él ha hecho y lo que sigue haciendo hoy.

En esta época recordamos que Dios nos ha mirado primero, y, que cuando nosotros ya no lo mirábamos más, el vuelve su mirada hacia nosotros. Y no solo mira sino que se involucra con nosotros. No queda mirando pasivamente, sino que nos mira con su mirada transformadora. Es esa mirada que lo lleva a enviarnos a su hijo, es esa mirada que lleva a Jesús a amar de tal manera que aceptó el camino de la cruz, no el camino del alarde y de la grandeza.
Con la mirada de Dios en y a través de Jesucristo se nos muestra un camino a seguir. El camino del compromiso, del amor, de la humildad, de la sinceridad, de la solidaridad. Ese camino que Jesús caminó, observando atentamente y mostrando un estilo de vida nueva: el estilo del Reino de Dios.

Somos invitados y llamados a mirar al Señor. A mirar las maravillas que él ha hecho, a mirar su estilo y comprometernos con él, a mirar involucrándonos con él, lo que significa involucrarnos con nuestros hermanos y hermanas. Llevar una luz de esperanza hacia aquellos que son marginados y rechazados en nuestra sociedad, a aquellos que no se les permite ver otra cosa de la que el mundo quiere que vean.

Ricardo A. Becker
congrasu@higwahy.com.py
Te. 00595 21 202 996
00595 971 424 807
Asunción – Paraguay.


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