Göttinger Predigten im Internet
hg. von U. Nembach

Predicación para el 7 ° domingo después de Pentecostés, 18 de julio de 2004
Texto según LET serie C: Lucas 10, 1-12+16 - Walter Dennis Muñoz

(-> A las predicaciones actuales: www.predigten.uni-goettingen.de)


La Palabra en la palabra.

En un momento tan banal como el que vivimos hoy, es claro que la banalidad de la palabra es una característica del discurso político occidental.

La palabra es una técnica de persuasión para fines no siempre claros y no necesita el soporte de la verdad. Se apoya en la globalización mediática, en la construcción de imágenes, en la gestualidad, en el rol de quien las dice y también en la desinformación de las grandes masas receptoras. Orwell, Marcuse en su excelente capítulo del Hombre Unidimensional, el cierre del universo del discurso, lo vieron con claridad. Lo contrario de la información no es la ignorancia, es la mentira.

La mentira sobre Irak nace en tres países con raíces cristianas. EE UU, El Reino Unido y España. Las mentiras sobre como organizar las economías de los países hoy llamados emergentes viene del FMI, dependiente de los 7 países más poderosos de la tierra. El neocapitalismo. Estos siete países tienen raíces, tradiciones y comunidades cristianas como marco de su acción simbólica.

Por eso este planteo crítico hecho antes a los apóstoles y en estos textos de Lucas, cap 10 apuntan a un desafío profundo al proponer que en la palabra humana se soporte la Palabra de Dios. El fundamento. Dios hecho hombre, Dios asumiendo las categorías de la condición humana. Dios como un hálito viviente puede transitar en la palabra humana para que el hombre descubra lo que Dios espera de la humanidad.

La palabra es abridora de mundo, Habermas desde Alemania dirá en una línea freudiana que en la medida que podamos traducir a palabras nuestras necesidades personales, sociales y culturales estamos curando nuestras almas, nos estamos salvando en términos bíblicos. Si esa palabra humana no se banaliza, apunta a la verdad, se fundamenta en la paz ( Jesús les dice que ofrezcan la paz donde fuesen o entraren) esa palabra cura, ilumina puede cambiar rumbos. Dejo de lado deliberadamente la modalidad perlocutoria, es decir el tono imperativo y amenazador que Lucas propone como modelo de comunicación y propongo el eje de autoridad que la palabra verdadera lleva, convence y abre participación dejando siempre la puerta abierta a continuar el diálogo con Dios que permea el espíritu neotestamentario.

Aquí en este trozo bíblico, en una lectura dinámica, como la vida está en juego nuevamente el retomar el desafío del evangelio en un mundo de intercambio de objetos en reemplazo del intercambio de afectos, de imponer

las instituciones religiosas acartonadas ante la ausencia de confianza en la Palabra que no circula por donde hoy circula el hombre. Los espacios públicos, el trabajo ( que contradice la dignidad del mismo en las palabras de Jesús de que el trabajador es digno de su salario y que al mismo tiempo sea un salario digno) la escuela, los medio masivos, etc.

La Palabra está bastante ausente hoy en la palabra y allí los cristianos tienen un tremendo desafío en tantos silencios frente a la muerte, la tortura, la mentira, la contaminación del planeta que viene de aquellos mismos que han olvidad la Palabra en la palabra.

Walter Dennis Muñoz, Paysandú (Uruguay)
Periodista y semiólogo
machitun@adinet.com.uy

 


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